La Muerte y la Avaricia: La Muerte y la Avaricia observaban a unos hombres que trabajaban febrilmente buscando diamantes en el lecho de un río.
-He venido aquí para llevarme algunas almas- le dijo la Muerte a la Avaricia- Entrégame un tercio de estos hombres y me iré.
-Son míos, son mis esclavos- respondió la Avaricia –No tengo nada para darte.
Entonces la Muerte tocó el agua con su bastón mágico, y la envenenó. Poco a poco, todos los que estaban allí fueron muriendo.
-¿Por qué me has robado todos mis esclavos?- gritó la Avaricia.
-Porque tú no me quisiste dar ninguno- fue la respuesta.
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